Adiós

Hoy que leía alguna libreta antigua, de una época un tanto triste de mi vida, encontré algo así como un poema de despedida, y para deleite de mis lectores copio aquí:

Es decir, y con esto se termina
no volveré a darle al asunto
hasta que su propio peso,
si es que tiene, tuvo siquiera alguno,
le haga regresar del infinito

Cegaré mis ojos,
por que no soportaran el verte
y no poder admirarte.

Taparé mis oídos,
por que no creerán escuchar otra cosa
que no sea lo que antes oian.

Ataré mis manos,
por que no entenderán que si estas cerca
no tienen por que abrazarte.

Castigaré mi olfato,
por que ellos no pueden
negarse a tu perfume.

Morderé mis labios,
por que no quieren
otra cosa mas que el beso tuyo.

Y finalmente, abandonaré mi alma,
por que ella no entiende
que no estés presente,
no concibe un mundo malvado
que te separe de mí.

Por todo ello adiós te digo
mi muy hermosa
Princesita Azul.

Continuaré mi vida,
sin ojos, sin oídos,
sin manos, sin olfato
y sin labios;

Junto a ellos se irá mi alma,
pues no estaré aquí mas nunca
pues todos ellos se van con tu recuerdo.